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Este
artículo surge del compromiso que como periodista y comunicador social tengo para
contribuir con una mejor subregión, en el fortalecimiento del ejercicio
periodístico que presenta muchas falencias: desde la elección de lo que es
noticia, de su tratamiento y difusión; así como de la ética periodística, ista como el conjunto de preceptos, valores
y fundamentos que debe tener el periodista en la producción de su
accionar como profesional. Esta crítica situación me llevó a realizar una
investigación que tomaré como referente
para el presente escrito.
Indignado
y alarmado por las rectificaciones y aclaraciones que presentaban varios
periódicos de Caucasia y con la hipótesis de que estaban vulnerando Derechos
Fundamentales, inicié una investigación
monográfica que me llevaría a determinar por medio de un análisis del tratamiento informativo, a la luz de la
ética periodística, si la prensa local
estaba cometiendo vulneraciones a estos derechos. Los periódicos
escogidos fueron: Bajo Cauca Hoy, El Informativo.co, La
Expresión, La Verdad del Pueblo, El Regional y El Escenario. También se incluyó a Tierra Caliente, que aunque tiene su sede en Montería, gran parte de su distribución se
hace en Caucasia. El período de la investigación fue desde 2009 hasta mediados
de 2012.
La hipótesis que se utilizó para hacer este
trabajo, se puede decir que quedó comprobada, después de diagnosticar y
analizar detenidamente cada medio. Se encontró que algunos periódicos locales,
sí han vulnerado Derechos Fundamentales, que se evidencia en la desatención y en
la poca importancia para dar un tratamiento periodístico acorde con el Derecho
a la Información, y con la Constitución Política.
La
investigación revela que el 71% de los medios impresos han vulnerado Derechos Fundamentales,
mientras que el 29% de ellos han demostrado un trato adecuado, es decir, no los
han vulnerado. El porcentaje de infracciones es una demostración clara de que estamos
ante casos que van en contravía de lo que contempla la Carta Magna. Por lo
tanto, es una situación preocupante ver el tratamiento informativo que están
dando los medios y pone en tela de juicio la manera cómo se ejerce el
periodismo en el municipio.
Con
esta información de la prensa local que vulnera derechos, es casi obligatorio plantearse
las preguntas: ¿Ante qué medios impresos estamos? ¿Quiénes
los dirigen? ¿Qué clase de periodistas lo conforman? ¿Hacia qué
objetivo está encaminada la función del
medio? ¿A través del medio se cumple con una labor social, o por el contrario, interesa sólo la
rentabilidad que este genere?
Es
importante decir que cada periódico maneja un estilo diferente a los demás, desde la subjetividad interpretativa de su
director. Para algunos, las noticias policiales o judiciales son más
importantes, partiendo de la realidad conflictiva de la subregión. Cada
director es responsable de elegir su enfoque editorial, y en eso estamos muy
claros, pero cuando el propósito está enmarcado en la rentabilidad que puede
generar el medio, no tanto desde el interés público, si no lo que considera el
director “va a vender”, el cuestionamiento empieza a surgir para reclamar por
una prensa que ofrezca contenido de interés general, basado en la ética que
como servidor público el periodista debe tener, enfocado en las características
del tratamiento informativo que puntualiza la Constitución en su Artículo 20:
“Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento
y opiniones, la de recibir información veraz e imparcial… Estos son libres y
tienen RESPONSABILIDAD SOCIAL…”
Es
inaceptable que en Caucasia y el Bajo
Cauca, el periodismo se mire como un empleo más, y no como una profesión que requiere
de mucha responsabilidad. Los medios que abordé en la investigación,
refiriéndome a los cuatro que vulneraron derechos, sacaban quincenal y
mensualmente en promedio de 3.000 a 5.000 ejemplares que son distribuidos en
todo el Bajo Cauca y parte de Córdoba. ¿Se pueden imaginar entonces, cuántas personas se están informando con
medios irresponsables y poco éticos en el trato informativo? Esto hace que vaya
en ascenso el problema de la prensa local y de la región.
En
este orden de ideas, y teniendo en cuenta que la prensa es un medio de
comunicación que llega a muchas personas,
el periodista debe reflejar un
comportamiento ético impecable; y además, demostrar un tratamiento
informativo responsable que lo lleve a convertirse en un garante de
todos los Derechos Fundamentales, porque un periodista que trabaja en un medio,
informa a un público, que en última instancia, termina viendo la realidad a
través de él. Es decir, que si el
periódico publica un artículo o una noticia poniendo en tela de juicio la honradez y el
buen nombre de una persona, los lectores fácilmente pueden quedarse con esa
percepción, porque ellos -en la mayoría de los casos- no cuentan con los
elementos suficientes para confirmar lo que allí se dijo. Por lo tanto, terminan creyendo. Aunque
hay otros, que conociendo la credibilidad del medio, hacen su análisis crítico y
sacan sus propias conclusiones.
Con
la investigación también comprobé que en
Caucasia, la mayoría de los directores de los periódicos, son los mismos que
hacen el papel de periodistas. Si bien la Constitución Política ampara a las
personas para crear medios de comunicación, esté certificado por una academia o
no, éste debe tener conocimiento sobre la ética, sobre el Derecho a la Información
y demás temas propios del periodismo, porque en ese preciso momento se
convertirá en un servidor público, que deberá cumplir con la responsabilidad
que exige el medio.
Con
el panorama de la prensa local que hemos
ilustrado, es suficiente argumento para ratificar que es una situación crítica
y que se debe empezar a trabajar para cambiarla, y en esa tarea, los nuevos
periodistas que nos estamos formando en la Universidad de Antioquia, tenemos un
gran reto con el Bajo Cauca. Y es
precisamente, aportar desde nuestro saber a la formación de ciudadanos más
críticos con relación al consumo de
medios de comunicación, y además, crear medios o fortalecer los ya
existentes, para ofrecerle a la comunidad un periodismo ético y responsable. No se puede pretender llegar solo a los directores
de los periódicos y dejar desamparada a la contraparte, que vienen siendo los
consumidores. Y en ese sentido, las universidades con presencia en la
subregión, las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, y hasta la
empresa privada, deben hacer sus aportes para lograrlo.
Este
artículo está basado en el Trabajo de Grado para obtener el título de
Comunicación Social-Periodismo. La información completa se puede encontrar en la
Biblioteca de la Universidad de Antioquia Seccional Bajo Cauca, y en la
Biblioteca Municipal Reinaldo González Guevara de Caucasia.