lunes, 3 de diciembre de 2012

¿Es ético el periodismo escrito que se hace en Caucasia?

Por: Éder Narváez Sierra
periodistanarvaez@hotmail.com

Este artículo surge del compromiso que como periodista y comunicador social tengo para contribuir con una mejor subregión, en el fortalecimiento del ejercicio periodístico que presenta muchas falencias: desde la elección de lo que es noticia, de su tratamiento y difusión; así como de la ética periodística, vista como el conjunto de preceptos,  valores  y fundamentos que debe tener el periodista en la producción de su accionar como profesional. Esta crítica situación me llevó a realizar una investigación  que tomaré como referente para el presente escrito.
Indignado y alarmado por las rectificaciones y aclaraciones que presentaban varios periódicos de Caucasia y con la hipótesis de que estaban vulnerando Derechos Fundamentales, inicié una investigación  monográfica que me llevaría a determinar por medio de un análisis  del tratamiento informativo, a la luz de la ética periodística, si la prensa local  estaba cometiendo vulneraciones a estos derechos. Los periódicos escogidos fueron: Bajo Cauca Hoy, El Informativo.co, La Expresión, La Verdad del Pueblo, El Regional y El Escenario. También se incluyó a Tierra Caliente, que aunque tiene su sede  en Montería, gran parte de su distribución se hace en Caucasia. El período de la investigación fue desde 2009 hasta mediados de 2012.  
 La hipótesis que se utilizó para hacer este trabajo, se puede decir que quedó comprobada, después de diagnosticar y analizar detenidamente cada medio. Se encontró que algunos periódicos locales, sí han vulnerado Derechos Fundamentales, que se evidencia en la desatención y en la poca importancia para dar un tratamiento periodístico acorde con el Derecho a la Información, y con la Constitución Política.
La investigación revela que el 71% de los medios impresos han vulnerado Derechos Fundamentales, mientras que el 29% de ellos han demostrado un trato adecuado, es decir, no los han vulnerado. El porcentaje de infracciones es una demostración clara de que estamos ante casos que van en contravía de lo que contempla la Carta Magna. Por lo tanto, es una situación preocupante ver el tratamiento informativo que están dando los medios y pone en tela de juicio la manera cómo se ejerce el periodismo en el municipio.
Con esta información de la prensa local que vulnera derechos, es casi obligatorio plantearse las preguntas: ¿Ante qué medios impresos estamos? ¿Quiénes los dirigen? ¿Qué clase de periodistas lo conforman? ¿Hacia qué objetivo está encaminada la  función del medio? ¿A través del medio se cumple con una labor social, o  por el contrario, interesa sólo la rentabilidad que este genere?
Es importante decir que cada periódico maneja un estilo diferente a los demás,  desde la subjetividad interpretativa de su director. Para algunos, las noticias policiales o judiciales son más importantes, partiendo de la realidad conflictiva de la subregión. Cada director es responsable de elegir su enfoque editorial, y en eso estamos muy claros, pero cuando el propósito está enmarcado en la rentabilidad que puede generar el medio, no tanto desde el interés público, si no lo que considera el director “va a vender”, el cuestionamiento empieza a surgir para reclamar por una prensa que ofrezca contenido de interés general, basado en la ética que como servidor público el periodista debe tener, enfocado en las características del tratamiento informativo que puntualiza la Constitución en su Artículo 20: “Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de recibir información veraz e imparcial… Estos son libres y tienen RESPONSABILIDAD SOCIAL…”
Es inaceptable que en Caucasia  y el Bajo Cauca, el periodismo se mire como un empleo más, y no como una profesión que requiere de mucha responsabilidad. Los medios que abordé en la investigación, refiriéndome a los cuatro que vulneraron derechos, sacaban quincenal y mensualmente en promedio de 3.000 a 5.000 ejemplares que son distribuidos en todo el Bajo Cauca y parte de Córdoba. ¿Se pueden imaginar entonces,  cuántas personas se están informando con medios irresponsables y poco éticos en el trato informativo? Esto hace que vaya en ascenso el problema de la prensa local y de la región.
En este orden de ideas, y teniendo en cuenta que la prensa es un medio de comunicación que llega a muchas personas,  el periodista  debe reflejar un comportamiento ético impecable; y además, demostrar un tratamiento informativo  responsable  que lo lleve a convertirse en un garante de todos los Derechos Fundamentales, porque un periodista que trabaja en un medio, informa a un público, que en última instancia, termina viendo la realidad a través de él. Es decir, que si el periódico publica un artículo o una noticia  poniendo en tela de juicio la honradez y el buen nombre de una persona, los lectores fácilmente pueden quedarse con esa percepción, porque ellos -en la mayoría de los casos- no cuentan con los elementos suficientes para confirmar lo que allí se dijo. Por lo tanto, terminan creyendo. Aunque hay otros, que conociendo la credibilidad del medio, hacen su análisis crítico y sacan sus propias conclusiones.
Con la  investigación también comprobé que en Caucasia, la mayoría de los directores de los periódicos, son los mismos que hacen el papel de periodistas. Si bien la Constitución Política ampara a las personas para crear medios de comunicación, esté certificado por una academia o no, éste debe tener conocimiento sobre la ética, sobre el Derecho a la Información y demás temas propios del periodismo, porque en ese preciso momento se convertirá en un servidor público, que deberá cumplir con la responsabilidad que exige el medio.
Con el panorama de  la prensa local que hemos ilustrado, es suficiente argumento para ratificar que es una situación crítica y que se debe empezar a trabajar para cambiarla, y en esa tarea, los nuevos periodistas que nos estamos formando en la Universidad de Antioquia, tenemos un gran reto con el Bajo Cauca.  Y es precisamente, aportar desde nuestro saber a la formación de ciudadanos más críticos con relación al consumo de  medios de comunicación, y además, crear medios o fortalecer los ya existentes, para ofrecerle a la comunidad un periodismo ético y responsable.  No se puede pretender llegar solo a los directores de los periódicos y dejar desamparada a la contraparte, que vienen siendo los consumidores. Y en ese sentido, las universidades con presencia en la subregión, las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, y hasta la empresa privada, deben hacer sus aportes para lograrlo.

Este artículo está basado en el Trabajo de Grado para obtener el título de Comunicación Social-Periodismo. La  información completa se puede encontrar en la Biblioteca de la Universidad de Antioquia Seccional Bajo Cauca, y en la Biblioteca Municipal Reinaldo González Guevara de Caucasia.

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